Comparto hoy con vosotros un enorme poema de Adrián Pérez Castillo, gran poeta riojano.
Se
va muriendo abril y, en esta tarde,
el
crepúsculo extiende por los montes
la
calma de las horas.
Las
margaritas cierran el perfume
que
desnuda la luz del nuevo día,
y
los sembrados tiemblan como un mar
teñido
de olas verdes, donde brotan
las
primeras espigas.
Siento
la paz del campo y el silencio
se
quiebra con los grillos que prolongan
con
su arrullo unas nítidas canciones
desde
la fértil sábana de hierba.
Camino
como un hombre solitario
que
busca la esperanza del sendero
donde
confluyen dos cinturas,
dos
corrientes de savia como piedras
mecidas
por el vuelo de la honda.
Se
va muriendo abril
y
el rostro del tomillo se confunde
con
un claro de luna,
con
las coronas del salitre
abiertas
lentamente,
como
una inmensa flor de correhuelas.
Cierra
sus párpados la tarde
y
mastico el dolor del hombre solo
que
cabalga en silencio
como
el vuelo cernido
que ofrecen las primeras
golondrinas.
Adrián Pérez Castillo.
Por si te interesa, te doy el enlace de un documental sobre la vida y oficio del poeta y pastor de La Rioja, merece la pena.
https://www.youtube.com/watch?v=7_G5gfZdiqM
https://www.youtube.com/watch?v=7_G5gfZdiqM
Muy bueno, Lola como me comentastes,
ResponderEliminarMuchas gracias y hasta la próxima. Un besote amiga
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